Se cumplen, ya, veinte días de lucha contra el fuego en el Bierzo y, en algunos flancos, crece el desánimo porque parece que todos los esfuerzos son en vano.

Es lo que está ocurriendo en el incendio de Igüeña que mantiene en vilo a los operativos.
El incendio de Igüeña es el más activo y el que más preocupa, a esta hora, a los medios de extinción de incendios en la provincia. El viento obliga a trabajar de forma “muy activa” para intentar retener y contener las llamas. Se trata de una zona muy complicada, con una orografía que dificulta el acceso de los medios humanos.
No obstante, la bajada de las temperaturas ha sido favorable y, por la noche, la evolución del fuego ha sido positiva. De hecho, y aunque el foco en el valle de Tremor de Arriba avanza hacia la localidad de Espina de Tremor, el alcalde, Alider Presa, reconoce que después de los constantes “sustos” de las últimas horas, la situación está “más tranquila”.
Mientras, en Anllares, se ha rebajado el nivel de alerta a uno. La evolución ha sido favorable. El perímetro está frío. En todo caso, se sigue vigilando. Se ha ordenado el realojo de Anllarinos y se ha levantado el confinamiento del Valle de Fornela y de Argayo.
La alcaldesa de Páramo del Sil, Alicia García, reconoce que, hoy, “respira más tranquila” pero no baja la guardia.
Y ha destacado que, en las últimas horas, se desplegó en la zona un amplio operativo para luchar contra las llamas.
En el resto de flancos, se mantiene la evolución positiva. De hecho, el incendio de Gestoso ha bajado, ya, a nivel cero.
Y mientras el Ayuntamiento de Ponferrada pedirá al Gobierno que aclare si la declaración de “zona catastrófica” incluye al incendio de Llamas de Cabrera que fue el que afectó al municipio y obligó a desalojar diez localidades.

En el listado publicado, tras el Consejo de Ministros, sólo se hace referencia al fuego de Yeres. El alcalde quiere aclarar esa circunstancia.