Más de dos mil colmenas arrasadas por los incendios forestales en el Bierzo hunden una cosecha “catastrófica” de miel. Ahora, los apicultores piden permisos especiales para trasladar las colmenas que quedan, hasta doce mil, cerca de las zonas quemadas, donde las abejas no podrán “trabajar” durante la próxima primavera.

Es la demanda que la Asociación de Apicultores y el sello de calidad de la Miel del Bierzo plantean a la Junta de Castilla y León, después de una campaña que califican como “catastrófica”. Apenas se ha obtenido una producción de quince mil kilos de miel porque el calor excesivo secó las flores y por el devastador efecto de los incendios, que calcinaron casi el treinta por ciento de las colmenas del Bierzo, como explica el secretario de la cooperativa Apícola del Bierzo y presidente del sello de calidad de la miel, Javier Morán.
Ahora, los apicultores esperan mantener una próxima reunión con la Junta de Castilla y León. Pedirán cambios y flexibilidad en la orden que regula los asentamientos de las colmenas, para poder trasladarlas a los lugares que se salvaron del fuego.
En medio de las contrariedades, lo positivo es que la Marca de Garantía de la Miel del Bierzo ha logrado, ya, en dos meses de existencia, que sus tarros certificados se vendan en doce establecimientos.