
No ha sido el ambiente habitual de cualquier sábado, pero quizás está por encima de lo que se podría haber pensado para un día festivo. El caso es que esta mañana ha permanecido abierto el mercadillo de los miércoles en Ponferrada, a pesar de ser jornada no laborable, con motivo del Día de Castilla y León. Era una petición de los propios comerciantes, interesados en mantener sus puestos en días festivos, por entender que pueden atraer a los propios vecinos y a turistas y visitantes, y disponer de una fuente adicional de ingresos.

En consecuencia, el Ayuntamiento autorizó la instalación de los cerca de trescientos tenderetes habituales -hubo algunos menos-. A partir de mañana, la Concejalía de Comercio recogerá opiniones entre los vendedores, para conocer el resultado de esta experiencia y determinar qué hacer en futuras ocasiones, cuando miércoles o sábados coincidan en jornada festiva.
Mientras, la plaza de abastos sí que permanecerá cerrada, salvo la zona de gastrobares, que mantiene su servicio abierto.

Paradójicamente, y coincidiendo con esta circunstancia, en el Ayuntamiento de Ponferrada, el equipo de gobierno de PP y Coalición por el Bierzo ha decidido excluir del orden del día del pleno convocado ya para este viernes, la propuesta para modificar la tasa por montar puestos en los mercadillos. La decisión se justifica porque, a la tercera, tampoco tenía apoyos suficientes para sacar adelante la propuesta que ya ha sido vetada, en dos ocasiones previas, en pleno, con los votos de PSOE y Vox. Así, el asunto sigue aplazado a la espera de más debates.