Sonaron las campanas de numerosas iglesias a lo largo y ancho de la comarca. Y ese repique dejaba este sonido especialmente singular en la Basílica de la Encina. Durante cinco minutos y medio se escucharon desde la torre del primer templo del Bierzo.

Las campanas fueron activadas especialmente por el rector de la Basílica, monseñor Antolín de Cela: «la ocasión lo merecía, sin duda», afirmó.

Y en cuanto dejaron de sonar las campanas, el rector de la Basílica recibió una felicitación espontánea de los niños de catequesis, que abrazaron a Antolín de Cela y lo felicitaron, mientras gritaban «ya hay Papa, ya hay Papa».

A las puertas de la Basílica de la Encina, monseñor Antolín de Cela confesaba su alegría por la designación del nuevo Papa. Está seguro de que aportará «gran esperanza para la Iglesia, pero también para toda la Humanidad». De esa manera festejaba la designación del norteamericano Robert Prevost Martínez, con madre de ascendencia española y que gobernará como León XIV.
Además, Antolín de Cela espera que este Papa agustino continúe con la línea de apertura marcada por el anterior pontífice, Francisco, “en muchas cosas que dejó pendientes”. Eso sí, el rector de la Basílica rehúye las etiquetas de “progresista” o de “conservador” que se puedan utilizar. Confía en que este nuevo Papa sea el mejor pastor «y este domingo coincide en que es el Día del Buen Pastor. Que guíe a todos con palabras de unidad. Que se preocupe de los pobres, de los que nadie se preocupa; y tiene que estar en las cancillerías del mundo evitando las guerras y eligiendo una vida mejor para el mundo», concluía.