La abogada del vecino que denunció el “ruido estresante” generado en el campanario del templo considera que la medida es excesiva y aclara que solo han solicitado amortiguar ese sonido. En estos términos, la letrada María José Rodríguez, ha reaccionado a la decisión del Obispado de Astorga de mantener en silencio las siete campanas de la iglesia de San Ignacio, en cumplimiento de un auto judicial para la aplicación provisional de la sentencia que determinó ese exceso de ruido. La abogada, especializada en casos de molestias de este tipo, considera que no era necesario ir tan lejos y ser tan drástico.
Y además, la letrada defiende que las campanas de San Ignacio deben seguir sonando, dado que forman parte del paisaje sonoro de Ponferrada. En declaraciones a Onda Bierzo, María José Rodríguez afirma que la medida de suprimir el sonido «es absolutamente innecesaria. Creo que todos consideramos que oír las campanas es un deleite para los sentidos, siempre y cuando toquen a niveles razonables, los que marca la Ley del Ruido de Castilla y León.
El Obispado de Astorga “apagó” las campanas de San Ignacio, a la espera de que la Audiencia Provincial de León resuelve su recurso contra la sentencia que condenó a la Diócesis por su volumen excesivo. Se midieron hasta 83 decibelios en la vivienda del vecino denunciante, con tañidos que sonaban hasta sesenta veces al día, marcando las horas, los cuartos y las medias, y llamando a los actos litúrgicos.
