Sorprendió José Luis Cortés esta semana confesando que, tras la victoria en Talavera, no había podido reprimir el llanto en el vestuario. Podía referirse a las lágrimas de la liberación porque, aunque aún ni siquiera la Deportiva ha salido de la zona de descenso, sí se ha quitado el lastre de cinco jornadas consecutivas sin ganar. Y no debió ser el único emocionado porque Fernando Estévez, en la comparecencia previa antes del partido contra el Zamora, también habló de ello, eso sí, matizando. No se lloraba tanto por la tensión como por el compromiso de su plantilla, por ejemplo, con una hinchada a la que, hasta ahora, solo ha dado disgustos.

En El Toralín, tras caer contra Pontevedra, Guadalajara y Castilla, toca volver a ganar, algo que no sucede desde el 13 de agosto, aunque si nos referimos a partido oficial ya nos tenemos que remontar al 7 de junio, aunque si nos referimos a partido de liga ya nos vamos al derbi del 17 de mayo.

Cinco largos meses después, Deportiva y Zamora protagonizan todo un clásico del noroeste al que los rojiblancos llegan también en una incómoda situación. Aunque durante las cinco primeras jornadas el equipo de Juan Sabas solo había encajado un gol, esa contundencia ha ido diluyéndose de tal manera que acumulan dos derrotas consecutivas y seis tantos en contra. Es cierto que uno de esos partidos fue en el Heliodoro Rodríguez López de Tenerife, ante el claro aspirante al ascenso y jugando con uno menos desde el minuto cinco. Da igual , la exigencia que este año exhiben los zamoranos pone en entredicho al propio entrenador que parece caminar sobre el mismo alambre que lo hace Fernando Estévez.

Con respecto a la propuesta local, de las palabras del técnico granadino se deriva que el equipo abandonará la línea de tres centrales y regresará a un dibujo más clásico con dos referencias ofensivas. Lo hará sin Eneko Aguilar al que le quedan dos semanas para recuperarse de su lesión muscular, pero con Sergio Benito de nuevo en la convocatoria. En cualquier caso no se presumen demasiados cambios y los capitanes Borja Valle y Andrés Prieto podrían volver a ver el inicio desde el banquillo.

Dos entrenadores en apuros se enfrentan en feudo berciano donde, dicho sea de paso, el Zamora no gana desde hace 30 años.
El partido comienza este domingo a las 12:00 del mediodía y será dirigido por el vizcaíno García Arriola.