
El alcalde de Ponferrada considera “equilibrado”, en general, el sonido de las campanas que tocan en la ciudad y el bienestar de los vecinos. Marco Morala no detecta más problemas, que los vividos en la iglesia de San Ignacio y que han llevado al Obispado de Astorga a silenciar y dejar mudas esas campanas. Y cree «lesivo y dañino» que un campanario pueda tocar «hasta setenta veces al día», como venía ocurriendo en esa parroquia del centro de la capital del Bierzo.
Es la reacción de la primera autoridad local a esta cuestión, que sigue dando que hablar en el veraneo berciano. Marco Morala eludió pronunciamientos contundentes, ante una cuestión que sigue pendiente de decisiones judiciales, tras el recurso del Obispado de Astorga a la sentencia que ordena rebajar el volumen de esas siete campanas. Pero, en todo caso, a preguntas de Onda Bierzo, afirmó que las campanas deben sonar «respetando los límites legales y respetando la salud».

De cualquier manera, el alcalde de Ponferrada tampoco considera necesaria una revisión integral de los niveles de sonido que emiten las muchas campanas que hay en la ciudad y volvía a poner énfasis en el derecho al silencio y el descanso en casa. Por eso, Morala aboga por mantener ese equilibrio y destaca que en toda la ciudad tampoco se han oído más quejas.