Obstáculos y situaciones de vulnerabilidad que sufren los migrantes asentados aquí, y que salen a la luz en un estudio desarrollado por la asociación Alzheimer Bierzo (AFA), dentro de un programa de atención al medio rural que gestiona Coceder y que se está aplicando a nivel nacional en seis territorios españoles.
El informe pone de manifiesto que el Bierzo ofrece un panorama más amable frente al racismo que se detecta en otras zonas rurales de España. Frente a las conclusiones del análisis global, la comarca marca una diferencia «para bien» y no se puede hablar de racismo ni de discriminación al mismo nivel de sufren otros sitios de nuestro país, como constata la técnica de AFA-Bierzo, Laura Muñoz.
Si acaso, en general, hay una cuestión que preocupa en la población de inmigrantes: la dificultad para acceder a la Sanidad y la Educación «aunque ahí las cosas también van mejorando», explica Muñoz. Sobre todo, tienen miedo de acabar expulsados y así lo exponen en las consultas desarrolladas por la asociación, que ha escuchado, principalmente, a las mujeres «que ejercen como cabeza de la familia».
Y escarbando un poco más, el estudio también saca a la luz obstáculos para la integración total de quienes han venido de fuera. Sienten discriminación por el color de la piel, dificultades para alquilar una vivienda o, incluso, la barrera del idioma o de los dialectos. Porque, aunque se hable en español, la misma palabra puede no significar lo mismo aquí que en Sudamérica, como evidenció el caso de una mujer colombiana en su primera visita a una farmacia del Bierzo y pidió «regalar un medicamento. Ella utilizaba esa palabra como sinónimo de adquirir», aclaraba Laura Muñoz.
Las conclusiones de este informe se tendrán en cuenta para proponer nuevas acciones frente a la exclusión y la discriminación, a nivel nacional.
