El presidente del Gobierno reclama garantizar una “España habitable y sana” para las generaciones futuras. Pedro Sánchez defiende la necesidad de “trabajar unidos” para frenar los efectos de la emergencia climática que tienen su rostro “más terrible”, dijo, en la provincia de León asolada por los incendios forestales.

Son los principales mensajes que ha dejado el presidente del Gobierno durante su intervención, en Ponferrada, en la Convención por un Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática que organiza el ministerio de Transición Ecológica.
Pedro Sánchez reiteró que afrontar esa emergencia climática no es una cuestión ideológica. De hecho, advirtió que es “puro sentido común” para garantizar la supervivencia de territrios y comarcas como la nuestra que, este verano, fue pasto del fuego. Y, por eso, el presidente hacía un llamamiento a todas las instituciones y partidos políticos para que “escuchen el clamor social”. Detalló que tres de cada cuatro españoles piden un pacto de estado y nueve de cada diez cree necesario reforzar los medios humanos y materiales para luchar contra los incendios y las emergencias.

El presidente del Gobierno recordó que, este verano, se quemaron casi 400.000 hectáreas. De ellas, 130.000 aquí, en la provincia de León con casi diez mil personas desalojadas de medio centenar de localidades y con tres fallecidos aunque el presidente habló de dos. Pedro Sánchez lamentó el plantón del Partido Popular a los que invita a reflexionar. Y añadía que España se enfrenta a un enorme desafío.
Pedro Sánchez cifró, con datos del Banco Europeo de Inversiones, en más de doce mil millones de euros el coste de los daños ocasionados por olas de calor, incendios o inundaciones, este año, en España. Son cinco veces más que el dinero destinado a pagar becas.
Al inicio de su intervención, Pedro Sánchez, confesó su sorpresa tras una breve visita por la Térmica Cultural.
Antes de irse, el presidente del Gobierno posó para una foto de familia y saludó a varios brigadistas de la Brif presentes en el acto.