Los trabajadores de Emobi e Ibermón han firmado el expediente de regulación de empleo (ERE) que extingue su relación laboral con ambas empresas, que siguen inmersas en proceso concursal. La medida afecta a 111 personas. Sólo siete empleados de Emobi quedan fuera de este drástico ajuste laboral, ante la posibilidad de que sean subrogados por la empresa interesada en comprar las naves industriales de La Llanada, en Ponferrada, para dar continuidad a la actividad de fabricación de estructuras metálicas y postes para parques eólicos.
Desde el comité de empresa de Emobi, Ana Ormazábal ha asegurado que la situación ya era «insostenible», dado que los trabajadores llevan meses sin cobrar. Concretamente, desde octubre. Por eso, no ha quedado otra opción que firmar el ERE «para poder empezar a buscar otras posibilidades de empleo.
Eso sí, la sindicalista ha lamentado que esos operarios «se van sin nada, de vacío» y tendrán que acudir al Fondo de Garantía Salarial, Fogasa, para poder cobrar, al menos, parte del dinero que se les adeuda.
Este capítulo supone, en la práctica, el final de la trayectoria de Emobi, que nació hace poco más de dos años, con el respaldo del Gobierno y de la Junta de Castilla y León, y con la aspiración de alcanzar los 800 puestos de trabajo en el negocio de fabricación de postes para parques eólicos. Desde hace unos meses, el futuro de Emobi está en manos del Juzgado de lo Mercantil de León, que debe resolver si acepta la propuesta de compra de la compañía. En el caso de Ibermón, hay otra oferta que se limita a la adquisición de sus naves industriales en Bembibre, sin trabajadores.