Endesa renuncia al proyecto para montar, en Cubillos del Sil, la que iba a ser la primera planta de reciclaje de palas eólicas de la Península Ibérica. La empresa Grineo, que crearon Endesa y PreZero, rechaza la autorización que la Junta de Castilla y León había concedido hace poco más de dos meses para ese negocio, que se anunció como una de las compensaciones por el cierre de la central térmica de Compostilla Dos.
Según los proyectos, dicha fábrica reciclaría más de dos mil palas eólicas, para obtener seis mil toneladas al año de composite de fibra de vidrio que se reutilizaría en los sectores de automoción, construcción y cerámico. Hasta se planteaba reciclar cascos de embarcaciones y partes de vehículos.
El alcalde de Ponferrada ha sido contundente, ya, al valorar esta renuncia de Endesa. Marco Morala asegura que refleja “la absoluta deslealtad, una más, de Endesa con los bercianos”. Y reclama que la empresa eléctrica devuelva parte de lo mucho que ganó en la zona donde nació.