Es la airada reacción expresada por Alider Presa (PSOE), alcalde de Igüeña, después del doble «no» del Gobierno y de la Junta de Castilla y León, a dos proyectos para la generación de energías renovables en su municipio. Por un lado, el carpetazo definitivo a la iniciativa eólica del parque «Alto Bierzo-Sil». Por otro, la declaración de impacto ambiental negativa al salto hidroeléctrico «La Solana», en el río Tremor.
En caliente, en declaraciones a Onda Bierzo, el alcalde socialista de Igüeña se confesó «tirando a cabreado. No sé qué vamos a poder hacer en algunos sitios. Absolutamente nada. No pueden ser eólicas. No puede ser un salto de agua. Y el caso es que nuestro territorio no tiene ninguna figura de protección natural. Además, la calidad de las aguas del río Tremor daría para mucho que hablar», porque todavía sufre las consecuencias de la antigua actividad minera.
Y después de esa reflexión inicial, Alider Presa plantea la necesidad de concretar «de qué vivirá el municipio de Igüeña. Que nos pongan una valla, con nosotros dentro, cerrar, y que alguien venga y nos haga fotografías de cómo vivían algunos especímenes en otras épocas. No lo entiendo», concluye el alcalde.
Además, la primera autoridad local de Igüeña (1.049 habitantes en el último censo oficial) lamenta que el archivo del parque eólico frustra definitivamente otras inversiones que había ofrecido Repsol en su municipio. Se pierden y el alcalde afirma que eran “mucho”, aunque evita concretar su alcance. «Ahora se irán a otro sitio y allí generarán energías renovables y otras cosas. No digo cuáles, para evitar más conflictos vecinales».
Finalmente, a quienes se opusieron con contundencia a estos proyectos, el alcalde de Igüeña pide que presenten los planes que habían anunciado como posibles alternativas para la zona.
