La Confederación Hidrográfica Miño-Sil pone en marcha un plan de choque “post-incendios”, con una dotación inicial de tres millones de euros para toda la demarcación, para atajar los efectos de los incendios forestales de este verano. En el Bierzo, ya hay una brigada de diez personas trabajando en la cuenca del río Oza, en Ponferrada. Y, a partir de la semana que viene, se desplegarán ocho brigadas más en el resto de las zonas afectadas por el fuego.

Lo ha anunciado el presidente del organismo de aguas, José Antonio Quiroga. Su propósito será evitar arrastres de cenizas a ríos o manantiales, para garantizar el abastecimiento de agua en condiciones. Trabajarán durante seis meses. Además, habrá una segunda fase para llevar a cabo reforestaciones ambientales.
En la cuenca Miño-Sil, los incendios forestales afectaron a 43.000 hectáreas.
Dicho, en Cacabelos, donde el presidente de la Confederación Miño-Sil supervisó el inicio de la obra de recuperación del arroyo de Vega de Rey, más conocido como “La Reguera de los Cucos”.
Se construirá un nuevo colector y se renovará la red de saneamiento para poder terminar con las filtraciones de aguas limpias que, actualmente, impiden el buen funcionamiento de la depuradora de Villadepalos.

La alcaldesa de Cacabelos, Irene González, destaca la importancia de esta actuación que ayudará a reactivar planes urbanísticos paralizados.
La intervención tiene que estar acabada entre marzo y abril del año que viene. Y, a continuación, se iniciará la segunda inversión de más de nueve millones de euros en todos los municipios de la Mancomunidad del Agua del Bierzo Central, con el mismo propósito. El presidente del órgano mancomunado, Eduardo Morán, adelanta, ya, que esa intervención no será suficiente y pide más colaboración de la Confederación.

Los trabajos en la “reguera de los cucos” supondrán una inversión de 566.000 euros y han sido encargados a la empresa “Maga Construcciones”.