
En Páramo del Sil, en Palacios del Sil y en Villablino. Los tres municipios del valle del Sil registran frentes de fuego que están provocando importantes daños ambientales pero que, más allá, dejarán una huella fatídica para la ganadería, que es uno de los soportes económicos de la zona.
En el municipio de Villablino, el trabajo conjunto de los medios de extinción de Castilla y León y Asturias, a cuyo territorio se han llegado a propagar las llamas, debe contribuir a contener el incendio que se declaró por la caída de un rayo en Orallo, el pasado viernes, y que siguió por Caboalles de Abajo. Vecinos voluntarios y pedáneos, con el apoyo de los servicios del Ayuntamiento de Villablino, lograron frenar el avance de las llamas y salvar las cabanas en las brañas de la zona. Enfadado, el alcalde de Villablino, Mario Rivas, confesaba una «frustración absoluta ante la falta de medios que impidió controlar antes el incendio». Acto seguido destacaba el esfuerzo de «numerosos voluntarios que se preocuparon de que no se perdiera ese patrimonio etnográfico de las brañas porque no había otros medios. Afortunadamente lo lograron».
El alcalde de Villablino añadía la reflexión de que no se está «teniendo en cuenta la situación en esta zona de Orallo y Caboalles, donde este monte el modo de vida de los ganaderos». Mario Rivas explicaba que es fundamental para el desarrollo y el futuro de nuestro municipio, una apuesta arriesgada por quedarse en el territorio. Ese modo de vida se les está destruyendo y la falta de medios impide que eso se pare en el momento oportuno en el que podríamos haber detenido el fuego».

Hacia el sur, aumentó la preocupación por el foco de fuego que arrasa los montes de Anllares y el entorno del Pico del Miro, en Páramo. Allí también se redoblan los esfuerzos conjuntos de efectivos de Castilla y León y Asturias. Las fuertes ráfagas de viento avivaron el frente y llegó a amenazar al pueblo de Valdeprado. Aunque se planteó una posibilidad de sacar a sus vecinos, finalmente, una operación a cargo de los equipos de extinción evitó esa medida. El pedáneo de Anllares, Borja Martínez, relataba una situación «muy complicada». Y más allá de los daños y del «desastre ecológico», el presidente de la Junta Vecinal añade el impacto emocional y «sentimental». El pedáneo de Anllares llega a calcular que hay unas dos mil hectáreas afectadas por este incendio forestal.
En el vecino municipio de Palacios del Sil, similar preocupación porque el incendio que se iniciaba en Fasgar ha avanzado hacia el oeste y ha entrado en los terrenos de este municipio berciano. Durante la noche se acercaba a la localidad de Salientes. De cualquier modo, el alcalde de Palacios, Roberto Fernández, invita a la tranquilidad en este pueblo de sus montañas. Y, como en casos anteriores, el alcalde de Palacios también echa en falta más medios de extinción, después de días en los que entiende que el operativo se concentrara en Las Médulas. Aquí, considera que la atención «se ha descuidado», concluye.