
En la que se vendieron 55 de las 59 piezas de caza ofrecidas. Las otras cuatro se subastarán a través del portal web. Las cabezas que alcanzaron mayor cotización fueron un macho de cabra montés, que llegó a los 4.700 euros; y un rebeco por el que se pujaron 4.600 euros.
Este año, la subasta se celebró en Peranzanes, y por primera vez, bajo la presidencia de su actual alcaldesa, Henar García (PSOE), quien destacó la importancia de mantener esa actividad de la caza, con un doble beneficio: controlar la población de animales salvajes y conseguir ingresos para los pueblos «porque las juntas vecinales se quedan con los beneficios que permiten acometer mejoras en cada localidad de Fornela» y del resto de municipios integrados en la reserva ancaresa.
Además, la alcaldesa de Peranzanes destacaba que ese control de la práctica cinegética también ayuda a frenar los incendios forestales porque se acometen «trabajos de mantenimiento en sendas y limpieza de los cortafuejos. Es una actividad muy importante», defiende Henar García.
Eso sí, un año más, los representantes locales de las administraciones del Bierzo en la reserva de Caza de Ancares critican la falta de celadores. Advierten que si la Junta de Castilla y León no cubre, ya, esas plazas, puede haber consecuencias negativas para los pueblos.