Son piezas de hace 455 años, recién restauradas. Y se pueden contemplar de una forma original de disfrutar del arte. Están en la panera de una casa de la emblemática Calle del Agua, el Palacio de los Álvarez de Toledo, y se ven, bien iluminados, desde una ventana exterior.
Son piezas de un retablo que originalmente estuvo en el Palacio de Arganza, hasta que fue quemado por soldados franceses durante la invasión de 1818. La parte que logró salvarse se trasladó a la ermita de Magaz y, desde allí, a mediados del siglo pasado, hasta esa casa palacio de los Álvarez de Toledo donde permanecieron guardadas dentro de una habitación, sin suscitar más atención, Así lo contaba a nuestra compañera Henar Alonso, Fernando Brugman, quien ofreció los detalles de esos elementos, que datan del año 1570 y que se atribuyen a la escuela del escultor Gaspar Becerra. Se habría inspirado en un dibujo de Miguel Ángel, en Roma. Y lo habría replicado en el retablo mayor de la Catedral de Astorga «aunque a mí me gusta más este», apunta Brugman.
Esos elementos artísticos se pueden ver, ahora, por una ventana. Pero ya se negocia la posibilidad de visitas guiadas al interior de la vivienda, en colaboración con la Oficina de Turismo de Villafranca.
En la puesta de largo del conjunto artístico, estuvo el jefe de Colección de Esculturas de antes del año 1700 del Museo del Prado, el astorgano Manuel Arias, quien puso de manifiesto el valor de esas piezas y elogió esta acción de Fernando Brugman.
De paso, el representante del Museo del Prado quiso destacar el nuevo aspecto de la Calle del Agua, después de las obras y la peatonalización, rodeada de polémica y que generó la crisis en el gobierno del Ayuntamiento de Villafranca del Bierzo. A su juicio, el resultado es perfecto. Y ese contexto, Fernando Brugman, que también es el presidente de la asociación “Cultura 54”, advertía que, de la mano de la peatonalización de la Calle del Agua, están llegando proyectos para la rehabilitación de viviendas en ese vial.
