Onda Bierzo

Trece carreteras secundarias del Bierzo sufren daños por los incendios del mes de agosto

Casi 76 kilómetros de trece carreteras secundarias del Bierzo presentan serios daños por los incendios forestales del mes de agosto. Las llamas destruyeron 165 señales, un centenar de balizas de nieve y barreras de protección. La Diputación alerta sobre los riesgos de desprendimientos en nueve de esos viales, por la pérdida de vegetación en sus taludes.

      Son los datos que se desprenden del primer informe redactado por los técnicos de la institución provincial, a la espera de un estudio más profundo.

      Los daños más elevados se registran en el incendio  que afectó a la carretera del Morredero a Corporales, con 27 kilómetros de vía afectados. Habrá que sustituir hasta 83 señales, 4’4 kilómetros de barreras de protección y cien balizas invernales. Hay otros dos tramos dañados por este mismo incendio, en las carreteras de acceso a Peñalba de Santiago y a Bouzas.

      Después, y por orden, el incendio en Las Médulas dejó daños en dos carreteras: de Carucedo a Médulas y el acceso a Orellán. En total, 6’7 kilómetros de vía que presentan desperfectos y 21 señales dañadas.

      En el municipio de Oencia, hay daños en los viales de Lusío, de Oencia al límite con la provincia de Lugo y de Santo Tirso de Cabarcos a Gestoso. 10’6 kilómetros y 28 señales. Aquí, también hay peligro de desprendimientos.

      Lo mismo ocurre con las tres carreteras afectadas por el incendio de Anllares. Fueron las de Faro, Anllarinos y un tramo de Fabero a Guímara. En este caso, los técnicos reportan daños en 12’7 kilómetros y 18 señales calcinadas.

      Y finalmente, el incendio de Paradiña, en los montes de Villafranca del Bierzo, causó daños en la carretera de Valtuille de Arriba a Prado de la Somoza, en unos seis kilómetros y medio.

      Y, el fuego en Igüeña, también afectó a un tramo de siete kilómetros de la carretera de Las Ventas de Albares a Colinas del Campo de Martín Moro Toledano.                                       

      El informe se presentó en el pleno de la Diputación, donde el presidente Gerardo Álvarez Courel, defendía el trabajo del operativo de lucha contra el fuego de este verano. Y hablaba con la convicción, literal, de que “el pueblo no salva al pueblo”, por polémicas, dijo, que puedan ser sus palabras.

      Quiso añadir que no hacía críticas, sino política, a la hora de exigir mejoras en la prevención del fuego. Y, a continuación, exigía, contundente, a la Junta y al Gobierno, que las ayudas para la recuperación de las zonas quemadas lleguen rápido y con control.

      Por otra parte, en su monólogo final del pleno de la Diputación, Gerardo Álvarez Courel matizaba la posibilidad de establecer una máquina bulldozer en cada municipio para luchar contra los incendios. Reconocía que puede ser una cuestión complicada. 

     Finalmente, el presidente de la Diputación recordaba a las personas que perdieron la vida a consecuencia de los incendios forestales. En especial, al brigadista Nacho Rumbao que murió en Espinoso de Compludo cuando trabajaba en las labores de extinción.

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