Ponferradina y Castellón volverán a verse las caras. Será la primera vez desde mayo de 2021 cuando ambos coincidían en Segunda División. Aquel partido, saldado con victoria berciana por 0-2, sirvió para echarle una mano al cuello al cuadro orellut que acabó perdiendo la categoría.
El Club Deportivo Castellón, contemporáneo de la Ponferradina, fundado apenas mes y medio más tarde que la escuadra berciana, fue también compañero de viaje en aquella temporada de estreno en la categoría de plata (2006-2007). Curiosamente el estadio de Castalia fue el escenario donde los blanquiazules, con una sonora derrota por 4-0, acabaron certificando el descenso a la llamada Segunda B.
Si, en un sorteo de Copa, entendemos por suerte quedar emparejados con un Atlético de Madrid o una Real Sociedad, a la Ponferradina no le ha acompañado la fortuna. Si hacemos caso a las primeras palabras de Javi Rey anunciando batalla, cualquiera puede pensar que, con “unidades B” las fuerzas se equilibran y el pase a dieciseisavos de final no es ni mucho menos una quimera.
A la Deportiva le tocó el Castellón, el equipo que dirige de forma atractiva el neerlandés Dick Schreuder en la zona media de la tabla de Segunda División.
La propuesta es generosa en emociones. Da igual que se trate del área rival o de la propia. Marca mucho y sufre también.
Pendiente, ya ha tardado demasiado, de que la Federación confirme día y hora (será entre el 3 y el 5 de diciembre) todo lo deportivo quedará supeditado a lo emotivo durante unos instantes, los que utilice la hinchada del Toralín para recibir a Amir Abedzadeh. El portero iraní volverá al Bierzo para jugar su segundo partido de la temporada, el primero también fue en Copa.