“Ponga un botillo en su mesa de Navidad”. Ese podría ser el mensaje con el que ha arrancado la considerada campaña invernal de venta de botillos, que se ha retrasado por la demora en la llegada del frío. Ahora, con temperaturas bajo cero, da la impresión de que el botillo resulta más atractivo. La Indicación Geográfica Protegida (IGP) del Botillo del Bierzo espera una campaña mejor y recuperar la cifra de trescientos mil kilos vendidos, según su presidente, Óscar Ramos.
«Por supuesto, esperamos que esta campaña sea un poco mejor que el año pasado», afirma, antes de reconocer que el sector cárnico de botillo presenta un «buen estado de salud». El gran desafío sigue siendo «aumentar las ventas en el exterior. Y cuando digo el exterior, me refiero a los mercados más allá del Bierzo, en nuestro entorno más cercano».
Además, los productores mantienen la llamada para que los bercianos sigan ejerciendo como los mejores embajadores del botillo al tiempo que reivindican más respaldo institucional para el “embutido rey” del Bierzo.