La llegada de los inmigrantes podría ser “el último cartucho” para evitar la despoblación del Bierzo rural. Es una de las conclusiones de la Jornada organizada, este fin de semana, en Ponferrada, por la Diócesis de Astorga.
Después de escuchar los ejemplos de otros modelos ya aplicados en España, el presidente de la Asociación para el Desarrollo del Bierzo, ASODEBI, José Luis Ramón, animó a seguir esos ejemplos.
Prueba de ello es Fabero, lugar pionero en acoger a extranjeros que vinieron a la mina, tiempo atrás, el siglo pasado, y más recientemente de familias que huían de Afganistán o de Ucrania. Su alcaldesa, Mari Paz Martínez, lo presentó como ejemplo de acogida e integración.
Mientras, los empresarios del Bierzo aplauden esta llegada de inmigrantes porque su mano de obra contribuye a ocupar puestos de trabajo que los bercianos no quieren. Lo exponía el presidente de la FELE, Javier Morán, quien pide más sensibilidad a la sociedad.
Esta sesión organizada por la Diócesis de Astorga en Ponferrada contó, la aportación del sacerdote Xabier Gómez, del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal. Defendía que los inmigrantes también ayudan a revitalizar la cultura y la economía. Además, la celebración de ese encuentro coincide con un momento en el que este fenómeno de la Inmigración se ha convertido en la primera preocupación de los españoles, de acuerdo con las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas.