La Deportiva quiere, con el Amorebieta como invitado, escenificar la recuperación ante sus aficionados. Los de Javi Rey, a través de la línea de tres centrales estrenada en Irún y repetida en Barakaldo, parece haber conseguido la contundencia defensiva que se reclama desde el principio de la temporada.
Y sin dudar de que por la cabeza del entrenador circula la idea de insistir en ello, los condicionantes físicos de los zagueros pueden devolvernos a un dibujo más tradicional. Javi Lancho se ha llevado un golpe en la rodilla derecha esta semana, Germán Nóvoa aún no ha jugado un solo minuto desde su segunda lesión consecutiva y David Andújar continúa siendo baja…
A ello se une el malestar muscular con el que Andoni López abandonó Lasesarre hace una semana.
Si todos estuvieran disponibles, desde luego que volveríamos a ver una disposición similar, en caso contrario se intuye el clásico 4-2-3-1 de Javi Rey.
En cualquier caso el objetivo no varía y pasa por conseguir una nueva victoria, la segunda consecutiva, que podría dejar, en el mejor de los casos a la Ponferradina en una zona de play off de la que solo un punto la separa.
Eso y darle una alegría a una hinchada especialmente sufridora que tiene que hacer un generoso ejercicio de memoria para recordar la del 5 de octubre como última fecha en la que el equipo logró un triunfo como local.
En el resto de demarcaciones no se prevén demasiadas novedades, tal vez la de Yeray Cabanzón, ese jugador diferente que ha sido suplente en los dos últimos compromisos, relegado al banquillo por Álvaro Bustos.
En frente un Amorebieta que desde que destituyó a Julen Guerrero no ha vuelto a perder. Son tres jornadas consecutivas puntuando, las dos últimas con el veterano Natxo González (el entrenador del Sant Andreu en el ascenso del 2010) como inquilino del banquillo. La llegaba del vitoriano a Amorebieta ha ido acompañada de modificaciones tácticas y también está jugando con tres centrales.