Un tercio de los consumidores habituales de vino del Bierzo no saben que es un territorio de Castilla y León. Eso sí, están dispuestos a pagar más, porque reconocen la enorme calidad de ese vino. De hecho, se vende menos, pero a precios más altos.

Son algunas de las conclusiones, quizá las más llamativas, que aporta el Informe Nielsen, que analiza la evolución del consumo de vino en España.
Por un lado, evidencia que la Denominación de Origen Bierzo necesita más y mejor promoción externa, para que el consumidor pueda identificar y ubicar a nuestro territorio en Castilla y León. Es algo que muchos no saben –más del treinta por ciento de los aficionados al vino- y que llama a la Junta a incrementar sus dotaciones para la difusión del vino berciano según el presidente de los vinos del Bierzo, Adelino Pérez.

El año pasado, según este estudio, el Bierzo vendió seis millones setecientas mil botellas de vino, en números redondos. Son trescientas mil menos que el año precedente, en el que se llegó a siete millones. Pero la facturación global ha crecido un uno por ciento.
Los productores consideran que el vino del Bierzo se consolida como un producto de cada vez más calidad y, por eso, el consumidor se muestra conforme con pagar más por disfrutarlo.
La tendencia demuestra que la venta de vino berciano crece en los supermercados y, en especial, en las tiendas gourmet. Por ahí seguirán los esfuerzos de venta. Además, la Denominación de Origen Bierzo se ve obligada a actualizar sus estrategias para adaptarse a las nuevas demandas. Los consumidores abogan por “llevar” más blancos a sus copas.

Actualmente, los vinos blancos constituyen el 35 por ciento de la producción anual de las bodegas incluidas en la Denominación de Origen. Los tintos se mantienen muy por delante, con el sesenta por ciento. El resto, en cantidad muy pequeña, corresponde a rosados y claretes.
Y en otro orden de cosas, la Denominación de Origen Bierzo permanece pendiente de la esperada “cumbre” con la Consejería de Agricultura de la Junta y la Denominación de Rueda, para intentar acabar con la “guerra del godello”, ese enfrentamiento generado por la pretensión de obtener el permiso oficial para elaborar vinos blancos de godello amparados por la denominación vallisoletana.

El estudio de las pretensiones de Rueda a cargo del Consejo Regulador del Bierzo confirma que desde Valladolid no se apuntan argumentos históricos o de tradición a favor de su godello.