El nuevo comisario de la Policía Nacional de Ponferrada, Roberto Morán de Campo, ha tomado, este mediodía posesión de su cargo con prioridades claras: “Prevenir el delito y reforzar la presencia policial en la calle”.


Roberto Morán es leonés de Coyanza, de 54 años, con más de 28 años de servicio en el cuerpo, pasando por Barcelona, Valladolid, Madrid y Bilbao, y con experiencias como jefe de grupo de unidades especiales de Seguridad Ciudadana y Antiterrorismo. Ha sido, en los últimos seis años, jefe de la comisaría de San Andrés del Rabanedo, sabe Inglés y Francés y en su hoja de honores tiene nueve condecoraciones y más de doscientas felicitaciones públicas.


El nuevo comisario, Roberto Morán, confesó que llega al puesto «con ilusión». Ya le han transmitido las nociones básicas de lo que se va a encontrar en Ponferrada. Y asume que luchar contra la delincuencia es otro desafío.


En sus primeras declaraciones, Roberto Morán afirmó que la dotación de medios y agentes, con 150 personas, de la comisaría de Ponferrada es suficiente.
Y el nuevo comisario parece dispuesto a quedarse en Ponferrada más tiempo que sus antecesores, consciente de que es el sexto en los últimos diez años, y con tres ellos vacante.
A esta cuestión se refería el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, quien ponía en valor «al equipo, por encima de las personas».


Luego, en los discursos, el jefe superior de Policía de Castilla y León, Juan Carlos Hernández, decía que Ponferrada tiene un comisario con excelente preparación para afrontar los retos de la ciudad y seguir con los índices de criminalidad más bajos de España.


Al acto asistieron tres ex comisarios de Ponferrada, Miguel Ángel Martínez, Claudio Díez y Roberto González. Y entre las autoridades, también estaban el alcalde de Ponferrada; los presidentes del Consejo Comarcal y la Diputación; la rectora de la Universidad de León; o el presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán, amigo personal del nuevo comisario de Ponferrada.