Es poco habitual que el deporte conceda segundas oportunidades. Los trenes pasan y punto. Pero en este caso a la Ponferradina se le presenta la redención en forma de un partido de vuelta cuya principal diferencia, con respecto al de la semana pasada, es que se juega en El Toralín. Y eso tiene que pesar.
Todo el mundo se ha arrimado a un lema que, por sencillo, no resulta menos elocuente. En un poco rebuscado juego de palabras, “PON FE”. Eso es lo primero, ese es el ingrediente desde el que se inician todas las empresas importantes. Pero a la fe hay que añadirle, por qué no, ese componente ambiental para el que la hinchada blanquiazul se ha convertido en una auténtica experta.
Sin más motivación, el derbi contra la Cultural se convirtió en eso mismo, en un ensayo general de cómo tiene que comportarse el Toralín este sábado. Pero continuará siendo insuficiente…
Al fútbol, en la mayoría de las ocasiones, se gana jugando al fútbol, haciendo eso mismo de lo que se olvidó la Deportiva en el Maulí de Antequera, sin especulaciones, sin cálculos. Principalmente porque Javi Rey no sabe jugar a eso. Y es una virtud. Y por eso sale a rueda de prensa asegurando que buscarán el primero gol y que después harán lo propio con el segundo. Es desde luego el único plan de partido que puede tener la Ponferradina si es que quiere llegar a la segunda eliminatoria.
Mario Jorrín, con un fuerte esguince de tobillo, será la única baja. En cualquier caso la ausencia del lateral cántabro no condiciona en absoluto porque siempre ha estado muy a la sombra de Carrique y por ahí no iban a llegar las posibles novedades en el once. Las dudas siguen estando en la parte izquierda defensa con la probable irrupción de Andoni López o en el centro del campo con Marco Doué. Ambos representan a esa Deportiva “alocada” y vertical que desea el entrenador.
El rival no debería ser muy distinto al de hace siete días. Lo reconoce Javier Medina, su objetivo es repetir actuación y resultado. Para empezar llega con todos, incluso con la obligación de hacer descartes para confeccionar una convocatoria.
Los precedentes, cuando se trata de remontar una eliminatoria en casa, avalan tanto como los dos últimos meses en el Toralín donde los blanquiazules se han mostrado intratables. El que, en principio, no contribuye al optimismo es el colegiado murciano Campos Salinas con el que la Ponferradina solo conoce la derrota.
Pero eso son solo datos. El sello del pasaporte comenzará a ponerse este sábado a las 20:30 en un Toralín de reventón.
