El concejal de la Unión del Pueblo Leonés en Bembibre, Sigifredo Benavides, rechaza una posible ruptura de su pacto de gobierno con el PSOE en el segundo ayuntamiento del Bierzo, después de que su partido se haya posicionado en contra de los parques eólicos que Repsol proyecta entre la Sierra de Gistredo y el Alto Sil, mientras que los socialistas de la capital del Bierzo Alto lo apoyan.
Sigifredo Benavides censura esa exigencia planteada por la agrupación “Por Bembibre”, a cuya dirigente y portavoz, Elsa García, aclara que su petición «no tiene sentido político o social» y que ella «no es nadie para pedir a la UPL que tome medidas contra mí». En cuanto a los proyectos eólicos, el concejal leonesista manifiesta que están sometidos al cumplimiento de la legalidad y al respeto del medio ambiente. «Por otro lado, se desarrollan habitualmente en terrenos de las juntas vecinales, por lo que el Ayuntamiento de Bembibre nada puede ni debe hacer». Y apostilla que su posición es favorable «ya que supondrán riqueza y empleo» para su municipio.
En ese sentido, el concejal que gobierna junto a la socialista Silvia Cao, recuerda que los planes de Repsol incluyen la puesta en marcha de una planta de producción de hidrógeno verde en Bembibre y que hoy en día, muchas empresas reclaman energía limpia para asentarse en los municipios, por lo que debe luchar para “descarbonizar” el Parque Industrial del Bierzo Alto.
Por otro lado, Sigifredo Benavides ha aprovechado, también, para rechazar la campaña de recogida de firmas iniciada por los representantes de “Por Bembibre” para intentar paralizar la demolición de la presa de San Facundo, en el arroyo del Real. El concejal de UPL asegura que ese embalse está inservible y, por tanto, siempre será «mejor devolver el río a su estado original que mantener esa infraestructura, que cuesta dinero al Ayuntamiento de Bembibre, que paga por su mantenimiento».
Finalmente, Sigifredo Benavides afirma que Elsa García, la portavoz del grupo de independientes escindido del PP, se ha quedado sin ideas para Bembibre y por eso ha entrado en una “vorágine” de rechazo a todo lo que haga el gobierno municipal y de «ecologismo extremo que no tiene cabida en una villa donde otros intentamos generar futuro», concluye.
