Este sábado, las instalaciones del MAMBA en el Parque Industrial del Bierzo (junto a la Gran Manzana), acogen una nueva edición del MFC Showdown, la número 41 desde que en 2018 comenzó a llevarse la cuenta a imagen y semejanza de las grandes promotoras mundiales.
Diego Vázquez considera que ligas como el ONE o el GLORY mucho han tenido que ver en el aumento de aficionados a los deportes de contacto. Tal vez en Ponferrada haya costado un poco más captar al gran público pero la venta anticipada de entradas hace presagiar una noche de mucha calidad dentro y fuera del ring.
Para el espectador local tal vez lo más reseñable sea el regreso de Débora Évora. La campeona mundial de kickboxing se estrena en boxeo olímpico con la idea de que, en año y medio, esté compitiendo al máximo nivel profesional. Para empezar, se mide a la gallega Rocío Tomé.
Habrá además otros cuatro cruces de boxeo con nutrida representación berciana, Sergio Fernández, Usman Ashaq, Armel Wassi y Daniel Carrera, que se verán las caras con púgiles portugueses del Vitória Sport Clube de Guimaraes.
Tras el boxeo clásico llegarán las disciplinas asiáticas con dos prometedores jóvenes del MAMBA como Aarón López y sobre todo Aimar Arias recién llegado de su experiencia de aprendizaje en Tailandia y Camboya.
Eso por lo que respecta a la categoría amateur, pero la velada incluye tres combates profesionales de muay thai y kickboxing entre Abraham Reposo y el italiano Giordano Stella, entre el chileno Bustos Saavedra y el marroquí Osama Akel y, como plato principal, entre el marroquí Fikri Sabri y el gallego Pablo Izard que regresa al MAMBA donde el pasado verano se hizo con el cetro europeo.
La campana vuelve a sonar este sábado en la noche ponferradina, desde las 21:30, con una velada mixta de boxeo, kickboxing y muay thai.
