

El Ministerio de Transportes ha formalizado la adjudicación de un nuevo contrato par la vigilancia continua de grandes infraestructuras de comunicaciones en toda España. Entre ellas, aparecen tres enclaves bercianos en la Autovía del Noroeste (A-6): el puente «Ingeniero Fernández del Campo», que cruza por encima del río Sil a su paso por Ponferrada; el puente de Samprón; y el espectacular talud de Las Lamas, también en la A-6, en el kilómetro 426, en el municipio de Vega de Valcarce. La inversión global asciende a 6’45 millones de euros.
Se instalarán sensores e instrumentos para un control y evaluación continua del comportamiento, tanto estructural como geotécnico, de esos elementos considerados «singulares» en la Red de Carreteras del Estado. De esta forma, se quiere prevenir posibles patologías de grandes infraestructuras y contribuir a su mantenimiento y conservación. Los especialistas dispondrán, permanentemente, de datos de alta calidad y análisis que permitirán conocer el estado de puentes y laderas y detectar cualquier posible patología.


El Ministerio ha adjudicado los contratos por áreas geográficas. En el Bierzo, las empresas Sixense Iberia y LRA Infraestructures Consulting controlarán el viaducto de Ponferrada. La monitorización del puente de Samprón correrá a cargo de Instituto Técnico de Materiales y Construcciones y Teknes Innovación. Y finalmente, la compañía GPYO Innova se encargará de ese trabajo en el talud de Las Lamas.
El Bierzo ha sido escenario de incidencias en grandes infraestructuras. La más notable, el desplome del viaducto do Castro en la A-6, que obligó a la reconstrucción de los dos puentes -ya reabiertos al tráfico-. Antes, en 2009, se desprendió el talud de la A-6 sobre el falso túnel de la Sierra de la Escrita, hecho que obligó a reforzar la instalación de anclajes, extender una malla de protección y prolongar ese túnel artificial.