Empresarios de turismo, hostelería y artesanía en el Bierzo Alto expresan una “rotunda” oposición a los proyectos eólicos de Repsol entre la Sierra de Gistredo y el Alto Sil, que tacha de “depredadores”. Y más allá de denunciar su repercusión ambiental y los riesgos de destrucción de tesoros naturales, la asociación ATUDEBIAL avanza que afectarían a la economía local, porque frenarán un turismo que ya deja unas treinta mil pernoctaciones anuales en la zona.
En un comunicado, la asociación que aglutina a propietarios de alojamientos, restauradores, artesanos y promotores de actividades turísticas, explica su sensación de alarma y preocupación por estas iniciativas de Repsol.
Por un lado, alerta sobre la destrucción de miles de hectáreas de zonas vírgenes, con montañas emblemáticas, con especies como el oso y el urogallo, y con símbolos propios de identidad como las brañas. Singularmente, citan el valle del río Primout, “tesoro y santuario natural de la Sierra de Gistredo”, que se vería desvirtuado por una línea de torres de alta tensión. Mientras, en las montañas, se verían hasta 43 molinos eólicos, con más del doble de altura que la Catedral de León.
ATUDEBIAL también llama la atención sobre los efectos en los pueblos del entorno, que sufrirían el ruido de esos aerogeneradores y el efecto de sus luces intermitentes. Con estos condicionantes, vaticina una devaluación del treinta por ciento en el valor de las viviendas y añade que sería un freno al turismo.
La asociación de empresarios de hostelería y turismo del Bierzo Alto aplaude la oposición a los proyectos de la alcaldesa de Páramo del Sil, de quien elogian su valentía; y muestra su decepción por la postura favorable expresada por los alcaldes y alcaldesa de Igüeña, Noceda y Bembibre. Les recrimina que estén dispuestos a sacrificar el patrimonio natural a cambio de supuestos beneficios.