Ponferrada tiende puentes entre territorios y homenajea al Castillo de los Templarios en el centenario de su reconocimiento como Monumento Nacional con el nuevo diseño colocado en la rotonda de entrada a la ciudad por Montearenas.
Su puesta de largo permitió descubrir una llamativa escultura que representa una de las torres de la fortaleza y el puente sobre el río Sil. La composición cuenta con 96 piezas de vidrio iluminadas y sobre ella, un mástil de quince metros de altura desde el que ondea la bandera del Bierzo.
En el acto inaugural, el alcalde de Ponferrada, Marco Morala, defendió que se trata de convertir este nuevo monumento en un «símbolo de unión y un homenaje a nuestro castillo».
Mientras, el concejal de Medio Rural y principal impulsor del nuevo monumento, Iván Alonso, confesaba emoción por la inauguración de un nuevo monumento que dará la bienvenida, estos días, a «todos los bercianos que están volviendo a casa en estas fechas».
El nuevo monumento es obra del artesano, Rogelio Pacios, que no pudo estar presente por motivos familiares.
La nota musical corrió a cargo de Alegría Berciana que interpretó la canción popular “A Ponferrada me voy”. Y lo hizo, por primera vez, con flauta y tamboril con gaita de fole.
La nueva escultura que adorna la glorieta de entrada a Ponferrada desde Montearenas supuso una inversión de casi 60.000 euros.
En el acto, y a micrófono cerrado, miembros del equipo de gobierno local apuntaron a la glorieta del pebetero, en la ciudad deportiva, como la futura ubicación del monumento de los ciclistas que fue retirado.