Las instalaciones del Mamba acogieron la edición 43 de MFC, una velada mixta de
kickboxing y muaythai, con especial relevancia de los púgiles locales. La primera cita del año
para los aficionados a las 16 cuerdas volvió a llenar el gimnasio ponferradino de espectadores
que se quedaron con las ganas de ver las evoluciones de la uruguaya Luciana Cisneros que al
final se quedó sin rival por la caída de cartel de la sevillana Anta Sánchez.


Por orden cronológico, la que sí respondió a las expectativas fue Zulema Vázquez que
pudo con una desconocida Nahia Bilbao. La vasca no pudo en ningún momento con la berciana
y el combate se quedó en casa. Sucedió lo mismo, ya en profesionales, con Raquel Cabo. La
pupila de Diego Vázquez sacó lo mejor de su repertorio e infringió un severo castigo a la
portuguesa Patricia Anjos.
En el lado masculino de la velada destacaron los triunfos de un “desconocido” Joel
Cadenas que no dio opciones al vasco-marroquí Belal El Moussaouei, de Aimar Arias que obligó
al madrileño José Cuadro a arrojar la toalla y de David Boros que, en el combate estrella de la
noche, se mostró muy superior al brasileño Daniel Oliveira. Aunque a esta última pelea le faltó
la guinda de un k.o., la decisión de los jueces fue unánime a favor del valenciano que competía
representado al Mamba. Excelente fichaje, uno más de Diego Vázquez, porque Boros tiene
mucho futuro por delante.