Ponferrada presenta su nuevo servicio de transporte público con el que se quiere ofrecer a los usuarios más fiabilidad y puntualidad. Se mantienen las ocho líneas actuales, con el mismo recorrido, pero ajustando sus horarios para cumplir con las limitaciones de tráfico impuestas en la ciudad. Se activará el próximo día 20.
Esta mañana, el alcalde, Marco Morala, ha dicho que se trata de «la mayor modernización de la historia del Servicio Municipal de Transporte». Se van a renovar los sistemas de embarque, se ofrecerán nuevas facilidades de pago y habrá puntos de venta de billetes en las pedanías. También se instalarán nuevas marquesinas y se renovarán otras.
Además, habrá cámaras de vigilancia en el frontal de los buses y se ha activado una nueva página web con todos los detalles del servicio. También se dotarán algunos vehículos de más plazas para personas con movilidad reducida y se cambiarán dos autobuses de 31 plazas por dos de cien. Y dispondrán de información adaptada para personas ciegas o sordas. Y, con todas esas mejoras, Marco Morala, «anima a usar el transporte público».
El nuevo servicio ha sido adjudicado a la empresa Aupsa-Linecar por un año y un importe cercano a los cuatro millones de euros. Su consejera, Susana García, asegura que los cambios ofrecen «un servicio adaptado a las necesidades actuales».
Mismas líneas, nuevos horarios
El nuevo servicio mantiene las ocho líneas actuales, con el mismo recorrido, pero ajustando sus horarios para adaptarse a las limitaciones de velocidad. Se quiere evitar que se sigan perdiendo viajes como hasta ahora. Y es que según detalló el técnico municipal, Fran Jordan, el bus circular y los de las líneas 2 y 7 perdieron 90 viajes.
El año pasado, el servicio municipal de transportes de Ponferrada contabilizó cerca de un millón cuatrocientos mil usuarios. La nueva línea para dar servicio a los estudiantes del Campus del Bierzo desde el colegio mayor tuvo 6.593 usuarios.
En esta comparecencia, el alcalde de Ponferrada también adelantó que el equipo de gobierno espera recibir en unos diez o doce días el estudio sobre el transporte público para, después, decidir la alternativa más apropiada: municipalizar o mantener la privatización del servicio.
