

Una veintena de pequeños movimientos sísmicos se registraban entre el sábado y el domingo; sin que haya reporte de daños materiales. Es un fenómeno conocido como “enjambre sísmico”, que denomina el conjunto de terremotos en una zona específica y en un tiempo relativamente corto. Y se detectó este fin de semana en la vertiente sur de los Aquilianos, entre los municipios de Benuza y Encinedo, y hasta la zona gallega de Carballeda de Valdeorras.
El último temblor que se captaba en los radares del Instituto Geográfico Nacional (IGN) ocurrió pasadas las cinco y media de la madrugada de hoy domingo, casi treinta horas después del primero. El más intenso llegó a una magnitud de 3.1, al noroeste de Encinedo. El resto oscilan entre 1.7 y 2.8.
Es la primera vez que se detecta un fenómeno así, de tantos terremotos seguidos, en Cabrera, una zona habituada a registrar temblores de tierra. De hecho, ya vivió otro en febrero. Aún así, los vecinos muestran plena tranquilidad. Salvo alguna excepción, no han notado este enjambre de terremotos, según ha explicado el alcalde de Benuza, Domingo Cabo.
El municipio de Benuza es un lugar afectado, con más o menos frecuencia, por terremotos. El más destructivo, hace tantos años que los vecinos no aciertan a poner fecha, llegó a causar daños en la iglesia de Sigüeya, según recuerdan los más viejos de la zona.