Las obras de consolidación del talud caído sobre la carretera autonómica CL-631, en el municipio berciano de Páramo del Sil, entran en su recta final. En cuestión de semanas, la calzada quedará totalmente reabierta al tráfico de vehículos, según confirmó el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en nuestra provincia, Eduardo Diego. «No puedo decir si será en dos o tres semanas o un mes, pero sí está en la fase de conclusión y esperamos que en próximas fechas esté reabierta la carretera», decía.
Y ello será posible después de una inversión que, finalmente, se ha elevado hasta los tres millones de euros. La complejidad de la intervención en esa ladera ha justificado ese desembolso económico de la Consejería de Movilidad de la Junta, para costear la retirada de cientos de toneladas de piedras y rocas y establecer una gigantesca malla de contención de la montaña. Eduardo Diego concretó que ha sido «un trabajo complejo, guiado por estudios geológicos para realizar las labores con precisión y evitar problemas».
El argayo en la carretera CL-631 se registró en mayo del año pasado. En las primeras semanas, con el vial bloqueado, todo el tráfico tuvo que desviarse por vías secundarias. Desde que se habilitó un carril para el paso alternativo de vehículos, los barrios de Las Eras y Puente Romano, en Páramo del Sil, denunciaron que el acceso directo a ambos núcleos de población quedó cerrado.
Precisamente, este miércoles, en el pleno de la Diputación de León, el presidente, Gerardo Álvarez Courel (PSOE) reclamó más atención de la Junta de Castilla y León a la carretera del valle del Sil, entre Toreno y Palacios. Después de apuntar a los efectos del derrumbe en Páramo, advertía que el tramo de autovía entre Cubillos y Toreno tiene “baches para regalar”.
