Es la sorprendente cantidad de desperdicios retirados en un tramo de apenas medio kilómetro de las márgenes del río Sil a su paso por Ponferrada, entre el puente Alcalde López Gavela y el Puente del Centenario. Y la recogieron un centenar de voluntarios que participaron en una jornada desarrollada en el marco del proyecto «Mares Circulares», para la conservación y protección de entornos acuáticos y de la biodiversidad.
Era la séptima edición de una iniciativa impulsada por la multinacional Coca-Cola, que contó con la colaboración del Ayuntamiento de Ponferrada, Asprona, Proyecto Hombre y la Sociedad Deportiva Ponferradina. Y todos sumaron brazos para sensibilizar a la sociedad hasta «lograr un mundo sin residuos, como explicó el portavoz del programa, Ramón Méndez.
La limpieza de las orillas del río se desarrolló en un espacio de medio kilómetro, donde los voluntarios retiraron plásticos, papeles y latas; pero también, y por sorprendente que todavía pueda resultar a estas alturas, un carrito de bebé e, incluso, un colchón que ya formaba parte del paisaje «porque encima había crecido un árbol», como detalló Antonio Castro, portavoz de la ONG “Chelonia”, que ahora se encargará del reciclaje de todos estos residuos.