
Hoy se constituido en Ponferrada la mesa negociadora del nuevo convenio colectivo para el sector de la pizarra en Castilla y León. Patronal y sindicatos deben renovar el texto que regula las condiciones laborales y salariales de unos 1.500 trabajadores de canteras y naves de manufactura en unas 25 empresas pizarreras.
El caballo de batalla volverá a ser el incremento de los salarios. Los empresarios parecen dispuestos a asumir subidas, pero la parte social querrá más. De momento, el presidente de APICAL, la Asociación de Empresas Pizarreras de Castilla y León, Eliseo López, ya avanzaba su disposición de aplicar esos incrementos en las retribuciones de sus mineros. Y ello, a pesar de que la situación tampoco es muy boyante. Las empresas pizarreras aseguran que acumulan «dos años seguidos en crisis».

Esa afirmación no amedrenta a los sindicatos en sus demandas. El portavoz de UGT, Jorge Díez, adelanta que reclamarán subidas de sueldos por encima del coste de la vida. Quizás no se conformarán con menos del cuatro por ciento. A ello, unirán la demanda de reducción de la jornada laboral, al menos tres horas. Y en materia de seguridad y salud laboral, la UGT adelanta su intención de solicitar más acciones de prevención y lucha contra la silicosis, de manera que los delegados de prevención de cada empresa participen en las reuniones anuales con el Instituto nacional de Silicosis, para aplicar más medidas de lucha contra el polvo de sílice en las explotaciones. La reunión de hoy no contó con la participación de Comisiones Obreras.

Aranceles en Estados Unidos
La negociación se desarrollará “mirando de reojo” y a la expectativa de una posible imposición de aranceles en Estados Unidos, a determinados productos que lleguen desde otros países. Más allá del daño que puedan causar las imposiciones de la administración de Donald Trump, el sector pizarrero teme los efectos y la incidencia que esos aranceles puedan ocasionar si Canadá y China desvían sus producciones a los mercados europeos.

Las empresas pizarreras bercianas han encontrado en los Estados Unidos un mercado emergente. El año pasado se facturaron 843.000 euros, casi el doble que el ejercicio anterior, en el que se alcanzaron los 444.000 euros. En la actualidad, el Bierzo exporta el 95 por ciento de toda su producción de pizarra.